El sistema inmunitario es un conjunto de órganos, tejidos, células y productos derivados de estas células que se encuentra distribuido por todo el organismo.
Y es precisamente este matiz, tan importante, el que falla en la alergia. Como consecuencia de esta alteración del sistema inmunitario, y al encontrarse distribuido por todo el organismo, las enfermedades alérgicas pueden producir síntomas en cualquier órgano del cuerpo, aunque sean más frecuentes los problemas respiratorios, digestivos o de la piel, debido a que éstas son las zonas de mayor contacto con los agentes externos.
La urticaria es la reacción de la piel caracterizada por la presencia de pequeñas elevaciones, ronchas, de color más claro o rojizo que el resto de la piel que las rodea. Suelen ser pruriginosas y de un tamaño reducido, menos de 1,5 cm de anchura.
El término urticaria proviene del latín urtica que significa ortiga y hace referencia a aquel proceso cutáneo que cursa con prurito intenso o sensación de quemazón y que se acompaña de la aparición de lesiones habonosas en toda la superficie cutánea y, en ocasiones, también en mucosas.
Lo característico de este proceso es que las lesiones tienden a desaparecer en unas horas. Cualquier persona puede tener urticaria y ésta puede manifestarse a cualquier edad, aunque es poco frecuente que aparezca en niños y ancianos.
La etiología de la urticaria suele ser muy variada implicándose factores infecciosos, medicamentosos, inmunológicos o alimentarios. El síntoma principal es el picor que acompaña a las lesiones habonosas o ronchas. Cuando las ronchas son mayores (hasta 20 cm de anchura), las zonas centrales suelen tener un color más claro y forman anillos.
Por lo general, los brotes de urticaria aparecen y desaparecen; de hecho, una roncha puede durar varias horas, para luego desaparecer y volver a surgir en otro sector.
Algunos pacientes experimentan días antes a la aparición del cuadro cutáneo pérdida de apetito, malestar, dolor de cabeza, dolores articulares, dolor abdominal, diarrea y/o fiebre.
El “JENGIBRE” (Zingiber officinale Rosc., 1807) rápidamente reprime la aparición de ronchas, comezón u otras reacciones alérgicas. Es un potente anti-inflamatorio y antihistamínico, mejora la circulación de la piel y alivia la inflamación.
También posee sustancias fenólicas (denominadas gingeroles, shoagoles y gingeronas), enzimas proteolíticas, ácido linoleico, vitaminas (especialmente vitamina B6 y vitamina C) y minerales (calcio, magnesio, fósforo y potasio). Las múltiples virtudes que se atribuyen al jengibre se deben sobre todo a su riqueza en aceites volátiles.
La “FLOR CÔNICA DE LA PRADERA” (Echinacea paradoxa) es usada por sus propiedades antibióticas, se la llama el antibiótico natural. Es empleado principalmente en el tratamiento de infecciones respiratorias.
Estimula la producción de las células T y el interfereón (el cual es una proteína que protege el sistema inmunológico), permitiendo así que los cuerpos extraños salgan de circulación y que las células inmunitarias vayan directamente a la infección.
(Fuente: https://www.cuerpomente.com/guia-alimentos/jengibre)
CáPSULA DE VITAMINA EVITAMINA E (Tocoferol)CáPSULA DE VITAMINAS Y MINERALES VITAMINA B1 (Tiamina)VITAMINA B2 (Riboflavina)VITAMINA B6 (Piridoxina )VITAMINA B12 (Cobalamina)CáPSULA DE JALEA REAL JALEA REAL CáPSULA DE LEVADURA DE CERVEZA LEVADURA DE CERVEZA (Saccharomyces cerevisiae)
ENEBRO-BAYAS (Juniperus communis Lam.)
ABEDUL BLANCO-HOJAS (Populus alba L. 1753)
ESTRELLITA-PLANTA (Eryngium carlinae F. Delaroche)
PINO ROJO-HOJAS (Pinus sylvestris, L.)