La enfermedad hepática del hígado graso no alcohólico es un término genérico para múltiples y variadas afecciones hepáticas que afectan a las personas que beben muy poco o nada de alcohol.
Como el nombre lo implica, la principal característica de la enfermedad hepática del hígado graso no alcohólico es una gran acumulación de grasa en las células del hígado.
La esteatosis hepática no alcohólica, una forma potencialmente grave de la enfermedad, se caracteriza por la inflamación del hígado que puede avanzar hacia la cicatrización y el daño irreversible. Este daño es similar al causado por el consumo excesivo de alcohol.
En su forma más grave, la esteatosis hepática no alcohólica puede avanzar hacia la cirrosis y la insuficiencia hepática
La enfermedad hepática del hígado graso no alcohólico es cada vez más frecuente en todo el mundo, especialmente en los países de occidente.
En los Estados Unidos, es la forma más frecuente de la enfermedad hepática crónica que afecta a aproximadamente de 80 a 100 millones de personas.
La enfermedad hepática del hígado graso no alcohólico ocurre en todos los grupos etarios, especialmente en las personas de entre 40 y 59 años que tienen un alto riesgo de enfermedad cardíaca debido a los factores de riesgo como son la obesidad y la diabetes de tipo 2.
La afección también se encuentra estrechamente unida al síndrome metabólico, un grupo de anomalías que incluyen el aumento de la grasa abdominal, la escasa capacidad para consumir insulina, la presión arterial alta y los niveles altos de triglicéridos, un tipo de grasa de la sangre.
El "ALCACIL" (Cynara scolymus, L) es un sano alimento para nuestro organismo, la alcachofa es el fruto de la alcachofera. Es un vegetal que aporta grandes beneficios para nuestra salud, especialmente es buena en relación con el funcionamiento del hígado.
Sirve para tratar el hígado inflamado, limpia, desintoxica y depura el hígado graso, protege el hígado, eliminando toxinas y sustancias nocivas, metaboliza el colesterol, regenera el hígado dañado y favorece y mejora la función hepática.
Además, aporta fibra, minerales y vitaminas. También es buena para combatir la gota, artritis, estreñimiento, diabetes, tensión arterial alta...etc.
Es rico en ácidos esenciales como, por ejemplo, el ácido cafeico, oleico, cafeolquinico o linoleico, que tienen un efecto protector en el hígado. Además, facilita la actividad de la vesícula. Esto hace que se mejore la digestión de las grasas y que tenga un efecto diurético.
También contiene otros componentes como la cinarina, que es conocida por potenciar la acción colagoga y colerética, produciéndose una mejora del funcionamiento tanto del hígado como de la vesícula biliar. Además, contiene fibras también muy beneficiosas para tratar este problema.
(Fuente: https://www.fuentesaludable.com/beneficios-y-propiedades-de-la-alcachofa-para-curar-el-higado/)