Una alergia existe cuando el sistema inmunológico del cuerpo reacciona a algo que es normalmente inofensivo, llamado alérgeno.
Cuando un alérgeno entra en contacto con el ojo, ciertas células del ojo (llamadas mastocitos o células cebadas) liberan histamina y otras sustancias para combatir el alérgeno. Esta reacción hace que sus ojos se tornen rojos, y que haya comezón y lagrimeo.
Muchas alergias oculares son una respuesta del cuerpo a los alérgenos presentes en el aire - en zonas interiores o abiertas - tales como el polvo, la caspa animal, el moho o el humo. Algunos de los alérgenos en el aire más comunes son el polen de hierba, de ambrosia, y en general de los árboles, que contribuyen al desarrollo de alergias estacionales.
Las reacciones alérgicas a los perfumes, cosméticos o medicamentos también pueden causar que los ojos tengan una reacción alérgica. Algunas personas pueden ser alérgicas a los productos químicos preservantes presentes en gotas lubricantes. Estas personas deben usar gotas libres de químicos preservantes.
A veces, los ojos pueden reaccionar a otros alérgenos que no necesariamente entren en contacto directo con el ojo, presentes en algún tipo específico de alimentos o picaduras de insectos. En algunos casos, las alergias de los ojos pueden ser heredadas de los padres. Se es más propenso a desarrollar alergias si ambos padres las tienen, en lugar de sólo uno.
Los síntomas oculares más comunes de alergia son: Enrojecimiento de los ojos, hinchazón o comezón, ardor o lagrimeo de los ojos y sensibilidad a la luz. Si la alergia ocular es acompañada por una alergia
nasal, usted puede experimentar otros síntomas tales como congestión nasal, comezón en la nariz y estornudos, al igual que dolor de cabeza, comezón o dolor de garganta, o tos.
La zeaxantina y la luteína pertenecen a un grupo de compuestos llamados "XANTOFILAS", de origen natural produciendo pigmentos amarillos en plantas y vegetales. En concentraciones altas, la luteína puede aparecer de color naranja oscuro.
La zeaxantina y la luteína parecen jugar papeles cruciales como antioxidantes en el cuerpo. Ambos tienen la capacidad de proteger al organismo de los efectos nocivos de los radicales libres, junto con otros antioxidantes naturales como el beta caroteno, vitamina C y vitamina E. Estos radicales libres son moléculas irregulares que pueden matar a las células e influyen en diversas enfermedades.
Se cree que las xantofilas son el escudo de la mácula para la luz azul, impidiéndole entrar en las estructuras subyacentes de la retina, disminuyendo así el potencial para el daño oxidativo inducido por la luz que eventualmente podría conducir a la degeneración macular.
También hay numerosos estudios que han indicado que la luteína y la zeaxantina pueden ayudar a prevenir o retrasar la progresión de la enfermedad.
De acuerdo con una investigación publicada en Nutrición y Metabolismo, suplementos nutricionales con luteína y zeaxantina elevan los pigmentos maculares en la densidad óptica del ojo. Este pigmento macular es conocido por proteger contra el desarrollo de la degeneración macular.
En otro estudio publicado en el American Journal of Epidemiology, niveles altos de estos pigmentos en la dieta están relacionados con la baja incidencia de la degeneración macular. Así, el aceite de Xantofila ayuda para la salud de los ojos.
(Fuente: http://www.quimica.es/enciclopedia/Xant%C3%B3fila.html)
SULFATO DE GLUCOSAMINA
SULFATO DE CONDROITíN
CARTíLAGO DE TIBURóN
VITAMINA C (ácido ascórbico)
ACEITE DE ONAGRA (Oenothera biennis L.)
PEPINO DE MAR
ZINC (Citrato de cinc)
MANGANESO (Aspartato de manganeso)
CEREZA-FRUTO (Prunus avium L.)
LECITINA DE SOYA ACEITE DE SOYA (Glycene max L.) VITAMINA A+D3, VITAMINA B1 (Tiamina) VITAMINA B2 (Riboflavina) VITAMINA B6 (Piridoxina)VITAMINA C (ácido Ascórbico) VITAMINA E (Tocoferol) PANTETONATO DE CALCIO