La osteoartritis se manifiesta cuando el cartílago que amortigua los extremos de los huesos de las articulaciones se deteriora gradualmente. El cartílago es un tejido firme, deslizante que permite un movimiento articular casi sin fricción. En la osteoartritis, la superficie resbaladiza del cartílago se torna áspera. Con el tiempo, si el cartílago se desgasta completamente, se puede tener una fricción ósea.
Cuando la osteoartritis aparece por primera vez, se tendrá alguna rigidez y dolor en las articulaciones, lo que puede empeorar cuando se hacen ejercicios o al final del día.
A medida que se desarrolla el padecimiento, se pueden notar otros síntomas. A continuación se enumeran los principales: Un dolor profundo de las articulaciones. En dependencia de cuáles articulaciones se ven afectadas, se puede encontrar que el dolor se disemina. Por ejemplo, si se tiene osteoartritis en la cadera, se puede presentar dolor en el costado o el frente del muslo y hasta la nalga. Esto se denomina dolor irradiado.
También se presenta una reducción en el rango de movimiento de la articulación. Esto significa que no se pueden mover las articulaciones como antes, ni con la misma rapidez.
También hay una sensación y un ruido crujiente en las articulaciones cuando se mueven. Esto se llama crepitación y un cambio en la forma de las articulaciones, con crecimientos óseos duros e inflamación provocada por el exceso de líquido.
La articulación puede ceder cuando es sometida a algún peso. Esto puede ocurrir debido a que los músculos se han debilitado o debido a que la articulación es menos estable.
Se desconoce la causa exacta de la osteoartritis. Sin embargo, algunas cosas que pueden incrementar el riesgo de desarrollar este padecimiento incluyen: tener más probabilidades de desarrollar osteoartritis si se tiene más de 50 años, si existe sobrepeso u obesidad, si alguno de los padres sufre de este padecimiento, si hubo lesiones previas de la articulación anteriormente o si se padece de artritis reumatoide o de gota .
La "GLUCOSAMINA" estimula y es necesaria para la producción de líquido sinovial, líquido que lubrica y amortigua las articulaciones.
La mayoría de estudios clínicos realizados para evaluar la efectividad de la glucosamina en el tratamiento de la artrosis han demostrado que consigue disminuir los síntomas como rigidez y dolor aumentando la movilidad de las articulaciones afectadas.
Los beneficios parecen hacerse patentes tras la suplementación continuada. Algunos estudios equiparan su efectividad con la de fármacos de referencia para el tratamiento de la osteoartritis mientras que algunos otros no han encontrado beneficios significativos.
La gran ventaja de la glucosamina es que no solo puede producir una disminución en el dolor del paciente de osteoartritis, sino que puede frenar el desgaste articular siendo la materia prima para la regeneración del mismo.
(Fuente: http://glucosamina.pro/beneficios-propiedades)
DAMIANA DE CALIFORNIA-HOJAS(Tumera diffusa var, aphrodisiaca Willd. ex Schlt.)
GARAñONA-PLANTA (Castilleja tenuiflora Benth.)
DAMIANA DE SAN LUIS-PLANTA (Tumera diffusa Willd. ex Schlt.)
ZARZAPARRILLA DE PUEBLA-RAíZ (Pteridium aquilinum (L.) Kuhn in Kersten (1879)
CARDO CORREDOR-PLANTA (Eryngium campestre, L.)
AGUACATE-HOJA (Persea americana Mill. var. Criollo)
ALFALFA BASTARDA-RAíZ (Medicago sativa, L.)
PEYOTE ANDINO (Matucana medisoniorum)
ACEITE DE HEMP
ACEITE DE SAN FRANCISCO
ACEITE DEL áRBOL DEL Té
ACEITE DE NEEM
ACEITE DE BAOBAB
ACEITE DE CASTOR
ACEITE DE GAULTERIA
MANTECA DE KARITé