La vesícula biliar tiene forma de pera y está situada en la parte derecha del estómago, debajo del hígado. Es una especie de saco pequeño donde se almacena la bilis, que le llega precisamente desde el hígado, teniendo además un conducto que le permite desembocarlo en el intestino delgado del tracto digestivo.
La bilis que almacena la vesícula es fundamental para la digestión, puesto que actúa como emulsionante de grasas. En otras palabras, nos permite digerirlas y quemarlas. Los cálculos biliares son la principal enfermedad de la vesícula, además de las infecciones. De acuerdo con las estadísticas, las mujeres suelen tener mayores inconvenientes con la vesícula biliar puesto que producen mayor cantidad de cálculos.
Esto, por lo general, se debe al uso de anticonceptivos orales, comida con un alto contenido de colesterol LDL y, también, el alumbramiento de varios hijos.
Cuando existe algún tipo de problema y no canaliza adecuadamente la bilis, está inflamada o incluso obstruida, es habitual que empecemos a sentir que nuestras digestiones son más pesadas, nos sentimos hinchados y más pesados.
En casos de malestar, son muy habituales los gases y los eructos continuos. Para que sea un malestar significativo, estos síntomas deben aparecer con una frecuencia diaria.
Los dolores son un síntoma muy característico de que hay un malestar significativo. Una pesadez en el abdomen y un dolor que se extiende tanto en la parte derecha de la espalda como en el brazo de ese mismo lado.
Hemos de recordar que la vesícula está situada en el lado derecho del abdomen y al lado del hígado. Si se inflama, toda esa zona va a estar afectada, y el dolor es muy particular.
Un dolor intenso que puede durar 15 minutos, luego desaparece y vuelve a aparecer, una situación que puede alargase hasta 15 horas. El dolor puede empeorar con la respiración.
Si nuestra enfermedad biliar está muy avanzada, y disponemos de varios cálculos, el dolor puede ser verdaderamente intenso, y puede llegar a afectar incluso a los omóplatos.
La GUAMIS (Larrea cuneifolia) es una planta serrana, afamada tiempo atrás por atribuírsele propiedades curativas contra la sífilis. Contiene abundantes sales de potasio y yodo.
Es un gran depurativo de la sangre, libera al organismo de toxinas. También es usada en desórdenes digestivos tales como ardor estomacal, bilis, calor, dolor e inflamación del estómago.
(Fuente: http://www.medicinatradicionalmexicana.unam.mx/monografia.php?l=3&t=&id=7858)
CREATINA
PROTEíNA DE SUERO DE LECHE
PROTEíNA DE SOYA (Glycine max L.)
PROTEíNA DE ALGA ESPIRULINA (Spirulina maxima (Setchll & Gardner) Geitler)
L-CISTEíNA
L-GLUTAMINA
L-METIONINA
L-GLICINA
áCIDO GLUTáMICO
GATUñA-RAíZ (Ononis spinosa, L.)
ZANAHORIA BASTARDA-RAíZ (Echinophora spinosa, L.)
TOMATERA-PLANTA (Solanum lycopersicum, L.)
VERBENA COMúN-HOJAS (Verbena officinalis, L.)