Las úlceras venosas (llagas abiertas) pueden ocurrir cuando las venas en las piernas no impulsan la sangre de nuevo hasta el corazón tan bien como deberían hacerlo. La sangre se represa en las venas, acumulando presión. Sin tratamiento, el aumento de la presión y el exceso de líquido en la zona afectada pueden causar la formación de una llaga abierta.
La mayoría de las úlceras venosas se producen en la pierna, por encima del tobillo. Este tipo de herida puede ser lenta para sanar.
Las venas en las piernas tienen válvulas unidireccionales que mantienen la sangre circulando hacia el corazón. Cuando estas válvulas se debilitan, la sangre puede devolverse y represarse en las piernas. Esto se llama insuficiencia venosa. El exceso de líquido provoca que la presión de la sangre se acumule en las piernas. El aumento de la presión y la acumulación de líquido impiden que los nutrientes y el oxígeno lleguen a los tejidos. La falta de nutrientes provoca la muerte celular, dañando el tejido, y se puede formar una herida.
Cuando la sangre se represa en las venas de la parte inferior de la pierna, el líquido y las células sanguíneas se escapan hacia la piel y otros tejidos. Esto puede causar piel delgada con picazón y conducir a cambios en la piel, conocidos como dermatitis por estasis. Esto es un síntoma inicial de insuficiencia venosa.
Otros síntomas iniciales abarcan:
Hinchazón, pesadez y calambres en las piernas
Piel endurecida y de color rojo oscuro, morado, marrón (esta es una señal de que la sangre se está represando)
Picazón y hormigueo
Los signos y síntomas de las úlceras venosas abarcan:
úlcera superficial con una base roja, a veces cubierta por tejido amarillo.
Bordes formados irregularmente.
La piel circundante puede estar brillante, tensa, tibia o caliente y descolorida.
Dolor de pierna.
Si la úlcera resulta infectada, puede tener un mal olor y puede drenar pus de la herida.
El "PALO GUACO" (Mikania laevigata Sch.Bip.ex Baker), se emplea para aliviar dolores musculares y mejora de la circulación en piernas, en personas que padecen de várices.
Sus acciones terapéuticas se ejercen directamente para ayudar en problemas de la piel (ayuda en la curación de heridas, lesiones, picaduras y otras), desordenes diuréticos (problemas en la vejiga, piedras en los riñones, etc.), dolores en el cuerpo (reumáticos, artríticos, por lesiones, fracturas, entre otros).
(Fuente: Atlas de las Medicina Tradicional Mexicana, Tomo II, Ibid.)
CACTUS-FLORES (Cactus grandiflorus L.)
LICOPENO (Solanum lycopersicum L.)
CURCUMA-BULBO (Curcuma longa L.)
CALABAZA-SEMILLA (Curcubita maxima Duchesne)
AVENA-GERMEN (Avena sativa L.)