Las cicatrices atróficas son las cicatrices deprimidas en la piel. Resultan cuando hay una regeneración incompleta de colágeno y tejido fibrinoso durante el proceso de cicatrización. Son más comunes después de algún proceso infeccioso con inflamación del tejido. Estas son las cicatrices que se observan más comúnmente en el acné o
después de la varicela. La tendencia a presentar este tipo de cicatrices puede heredarse.
La meta en el tratamiento de estas cicatrices es restituir esa falta de tejido en la zona para que la piel se vuelva a nivelar con la piel sana adyacente. Existen muchos tratamientos que ayudan a mejorar estas cicatrices basándose en este principio.
La "MARAVILLA DEL TIBET" (Cordyceps sinensis) es rica en aceite esencial, saponinas, glucósidos, carotenoides, xantofila, principios amargos, mucílagos, fermentos y ácidos orgánicos, contienen minerales, vitaminas, aminoácidos, ácidos orgánicos, polisacáridos y proteínas. Sus principales compuestos activos son el ácido cordicéptico, el ácido glutámico y la cordicepina.
Se ha utilizado externamente para el tratamiento de inflamaciones de la piel, heridas o procesos de cicatrización.
(Fuente: Enciclopedia Everest de las plantas medicinales, Ediciones Everest 2001, tomo I, Pp. 125)
CREMA DE CONCHA NáCAR
ACEITE DE TEPEZCOHUITE (Mimosa tenuiflora)
ACEITE DE ROSA MOSQUETA (Rosa eglanteria L.)
ACEITE DE GERMEN DE TRIGO (Triticum aestivum L.)
ACEITE DE VERVENA (Verbena hybrida) CERA DE ABEJA ISOPARAFINICAS ACEITE DE RICINO U LANOLINA ANHIDRA ÓXIDO DE HIERRO NEGRO TENOX BHA (0,02%) PROPILPARABENO