La piel es un tejido elástico y flexible. Aunque el organismo femenino está genéticamente adaptado a los cambios propios de la maternidad, la piel va a estar sometida a un estiramiento tan grande y las alteraciones hormonales que experimenta la embarazada durante la gestación van a incidir de forma especial en ella.
Desde los primeros meses la mujer empezará a notar que está mucho más sensible, que enrojece con facilidad y presenta una mayor susceptibilidad a las alergias (a desodorantes, perfumes y cosméticos, por ejemplo). Si ya se tenía alguna patología dermatológica previa, puede verse ahora alterada por el embarazo.
Además, la hiperpigmentación es un oscurecimiento de la piel en forma de manchas. Es muy habitual en la gestación y hay algunas pigmentaciones que afectan al 90% de las embarazadas, como las que aparecen en las areolas mamarias o en la línea alba (desde el ombligo al pubis).
Otras, como el melasma o cloasma (también conocido como máscara porque se localiza en frente, nariz y mejillas), afectan al 50% de las mujeres. Si se es propensa, la hiperpigmentación aparece en el primer trimestre y suele ser progresiva, aunque muy variable. La causa es el desequilibrio hormonal: se produce un aumento de los estrógenos que a su vez provoca un aumento de la melanina, sustancia que pigmenta la piel.
El sol empeora estas manchas, por lo que habrá que evitar la exposición de estas zonas o tomarlo con una protección 50+. Aunque estéticamente las manchas no estén bien aceptadas, se trata de una alteración benigna y, en general, desaparece poco a poco tras el parto.
El “BARRO VOLCÁNICOse extrae de volcanes de lodo conectados de forma natural con los nacimientos de aguas termales. Es así que el barro volcánicoreúne las propiedades de la tierra y el agua termal; ambos ingredientes se utilizan en diferentes tratamientos curativos y de dermo-generación.
Es un elemento de la naturaleza que nos puede brindar belleza y salud por sus propiedades. Contiene minerales como potasio, magnesio y silicio que nutre el cuerpo de afuera hacia adentro. Tiene poderes curativos pues es un antiséptico natural, regenerador de células y purificante,
Ayuda a mejorar el aspecto de la piel porque depura, tonifica y oxigena. Desintoxica el cuerpo, para ello es recomendable hacerse un tratamiento con barro orgánico al menos una vez a la semana. Las toxinas salen de nuestro cuerpo mediante tratamientos detox y produce serenidad.
Además, elimina manchas del rostro mediante las mascarillas constantes y tiene un efecto antienvejecimiento porque se cuida la piel y se regeneran las células, oxigenando la piel, al a vez que elimina células muertas.
Por otro lado, posee un efecto regenerante en pieles sensibles para personas que sufren psoriasis, quemaduras o rosaceas. Los barros volcánicos son naturales y no irritan la piel.
(Fuente: https://www.revistaperfil.com/belleza/consejos/10-beneficios-del-barro-volcanico/3QTS2RDQV5BW5CTGVI3Y2HDXZM/story/)
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