Los brazos flácidos tienen diferentes causas, las principales son la edad y el sobrepeso. Al pasar los años, las células encargadas de mantener a nuestra piel firme se van perdiendo y esto genera la pérdida de elasticidad.
Asimismo, cuando se sube y baja de peso constantemente, la piel se estira y se contrae una infinidad de veces, lo que también genera la pérdida de elasticidad.
Los brazos flácidos también se dan por una combinación de factores asociados con la genética, incluyendo un incremento de la masa grasa corporal (gran parte de ella se localiza en los brazos de algunas mujeres debido a la genética), pérdida de masa muscular en los brazos asociada con la edad y la actividad reducida (lo que hace que la piel acabe colgando) y una pérdida de la elasticidad de la piel debido tanto a la edad como a la radiación solar.
La flacidez es la pérdida de firmeza y de tono muscular y está relacionada con el envejecimiento de la piel. La degradación de las fibras de colágeno y elastina dejan la piel y los músculos flojos y se traducen en la flacidez o descolgamiento.
Asimismo, la flacidez puede afectar a diversas partes del cuerpo (también al rostro), pero si hay una zona donde se ve claramente esa pérdida de firmeza es en los brazos.
El "ROMERO" (Rosmarinus officinalis, L.) es muy rico en principios activos. Sus nutrientes principales son las vitaminas A, B2, B6 y C, y los minerales hierro, magnesio, zinc, fósforo y calcio. Posee una infinita cantidad de antioxidantes que ayudarán a recuperar las principales funciones que hacen ver a la piel saludable, como lo son la elasticidad y la firmeza.
De igual manera posee propiedades astringentes, por lo que es eficaz para disminuir los poros y las líneas de expresión. Otras de las ventajas de utilizar el romero para cuidar la piel es su capacidad para estimular la circulación lo que mejorará la nutrición y apariencia de la piel.
Desde hace décadas se le ha empleado para la flaccidez. Asimismo, masajear la piel con alguna crema que contenga romero ayudar a tonificar la piel. De hecho, se ha utilizado desde la antigüedad como una hierba medicinal por griegos y romanos por sus propiedades terapéuticas y por sus beneficios para la piel.
Además, reafirma la piel y da tersura en la cara. Hidrata en profundidad, y por eso es un ingrediente habitual en muchas cremas faciales. También es antioxidante y regenera las células y forma nuevas, dándote más luz en el rostro.
(Fuente: https://www.vix.com/es/imj/salud/2011/05/17/romero-para-cuidar-la-piel)
ACEITE DE HEMP (Cannabis sativa)
MENOS DEL 1% DEL THC
COLáGENO HIDROLIZADO DE VEGETAL MARINO
EXTRACTOS CíTRICOS
AGUA
ESTEARATO DE GLICERINA
ALCOHOL CETíLICO
áCIDO EATEáRICO
GLICERINA ESTEARIL ALCOHOL
CREMA DE CONCHA NáCAR
CARBMERO 940
TRIETANOLAMINA
PROPILENGLICOL
DIAZOLIDINIL UREA
CITRICIDAD
FRAGANCIA
PALMITATO DE SODIO
OLEATO DE SODIO
LAURATO DE SODIO
GLICERINA AGUA
DODECIBENCENOSULFONATO DE SODIO
MEA COCAMIDA
ACEITES ESENCIALES DE CITRONELA
EUCALIPTO Y MEJORANA
COCOAMIDOPROPIBETAINA
DIÓXIDO DE TITANIO (CI 77891)
PENTAERITRITIL
TETRA-DI-T-BUTIL HIDROXIHIDROCINAMATO
PENTETATO DE PENTASODIO.