Si bien se tiende a pensar que solo la piel seca puede estar deshidratada, la realidad es que la deshidratación puede afectar a cualquier tipo de piel.
Cuando la piel es joven, es firme, flexible y elástica. Pero con la edad, las células de la dermis y la epidermis, las dos primeras capas de la piel, tienen mayor dificultad para desempeñar el papel de barrera y mantener la correcta hidratación que envuelve el cuerpo.
la deshidratación del rostro es un fenómeno natural, consecuencia de varios cambios en las capas cutáneas, entre ellos la producción de sebo y el ácido hialurónico.
El sebo es la sustancia que aporta un aspecto brillante a la piel cuando se produce en grandes cantidades por las glándulas sebáceas, situadas debajo de la epidermis. Si bien a nivel estético no suele gustar, el sebo posee diversas funciones beneficiosas.
Por un lado, junto con la traspiración, forma una película protectora que ayuda a mantener la flexibilidad de la piel y limita la evaporación de agua a nivel cutáneo cuando la humedad del aire es baja.
Por otro lado, el ácido hialurónico es una molécula que se encuentra de forma natural en la piel y que tiene la capacidad de fijar el agua de ésta, lo que contribuye a mantener una buena hidratación de la piel.
Con el paso de los años, la producción de sebo y de ácido hialurónico disminuye, por lo que la piel tiende a secarse y, consecuentemente, a deshidratarse.
El "ACEITE DE GERMEN DE TRIGO" es una fuente de vitamina E, de ácidos grasos esenciales (poliinsaturados y omega-6), así como de carotenoides y de vitamina K. Tiene un agradable olor a cereales y es muy agradable al tacto.
Es protector y nutritivo, el aceite de germen de trigo previene el envejecimiento y la pérdida de elasticidad de la piel. Puede ser utilizado en tratamiento para pieles secas o muy secas, y favorece la cicatrización. Aunque está particularmente indicado para pieles deshidratadas y secas, también puedes utilizarlo para preparar tu piel antes del sol y como tratamiento antiedad.
En crema, en BÁLSAMO calmante o en mascarilla, puro o mezclado, puede llegar a convertirse en tu mejor aliado. Prueba también a aplicarlo si tienes los labios agrietados.
(Fuente: Draelos Zoe K. Cosméticos en Dermatología. Editorial Limusa, México, 1995)
CREMA DE CONCHA NáCAR
ACEITE DE TEPEZCOHUITE (Mimosa tenuiflora)
ACEITE DE ROSA MOSQUETA (Rosa eglanteria L.)
ACEITE DE GERMEN DE TRIGO (Triticum aestivum L.)
PALMITATO DE SODIO
OLEATO DE SODIO
LAURATO DE SODIO
GLICERINA AGUA
DODECIBENCENOSULFONATO DE SODIO
MEA COCAMIDA
ACEITES ESENCIALES DE CITRONELA
EUCALIPTO Y MEJORANA
COCOAMIDOPROPIBETAINA
DIÓXIDO DE TITANIO (CI 77891)
PENTAERITRITIL
TETRA-DI-T-BUTIL HIDROXIHIDROCINAMATO
PENTETATO DE PENTASODIO.
ACEITE DE HEMP (Cannabis sativa)
MENOS DEL 1% DEL THC
COLáGENO HIDROLIZADO DE VEGETAL MARINO
EXTRACTOS CíTRICOS
AGUA
ESTEARATO DE GLICERINA
ALCOHOL CETíLICO
áCIDO EATEáRICO
GLICERINA ESTEARIL ALCOHOL
CREMA DE CONCHA NáCAR
CARBMERO 940
TRIETANOLAMINA
PROPILENGLICOL
DIAZOLIDINIL UREA
CITRICIDAD
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