El cabello, como todo en nuestro organismo, necesita cuidados especiales. Sin embargo, muchas veces no es posible dárselos y terminamos descuidándolo por razones que están fuera de nuestro alcance.
Decolorar el pelo con productos químicos es una forma de dañarlo con el paso del tiempo. Esto hace que se elimine el pigmento natural que contiene el cabello debido a que los químicos penetran en la cutícula, lo que hace que sea más susceptible a los daños, y así se debilita notablemente. Si esto se complementa con el uso del secador de aire caliente, lo debilitará aún más y se conseguirá que el pelo se vea sin brillo, con las puntas abiertas y se caiga fácilmente debido al quiebre.
Otra cosa que le hace muy mal al cabello es someterlo a la permanente, ya sea que se trate del rizado o del alisado. Si se realiza este tipo de tratamiento regularmente, el cabello se verá reseco, quebradizo y perderá su brillo natural paulatinamente.
También las tinturas para el cabello, ya sea que se trate de colores permanentes o semi permanentes son tan dañinas como el alisado o el rizado, pues contienen cloro y otros químicos que dañarán el pelo desde la raíz.
Los peinados también pueden dañar seriamente el cabello, pues si se lleva mucho tiempo trenzado o atado, se quebrará y este daño puede ser permanente. Lo mismo ocurre con el cepillado excesivo pues sólo se conseguirá que las puntas se abran ocasionando el quiebre y la resequedad.
Además, al cepillar el cabello a diario, hay que tener presente qué tipo de peines y cepillos son los adecuados para el pelo, ya que no es lo mismo un peine para cabello rizado que uno para pelo liso.
Finalmente, el exceso de champú o acondicionador pueden ser perjudiciales para la buena salud capilar. Si se lava la cabellera en exceso, no se dejará que los aceites naturales de la piel actúen como es debido. Esto hace que la piel se reseque debilitando las raíces del pelo lo que provocará su caída.
El ACEITE DE COCO es uno de los ingredientes más destacados en el tratamiento del cabello, sin duda. Esto es debido principalmente a la presencia de diversos tipos de ácidos grasos como el láurico, el linoleico o el palmítico.
Sin embargo, aunque hoy en día es uno de los ingredientes naturales más solicitados, se lleva utilizando desde hace siglos por las varias razones, ya que es perfecto para el cuidado del pelo ya que lo hidrata, recupera el brillo y su volumen.
Aplicándolo desde las raíces hasta las puntas, fortalecemos las fibras capilares para prevenir la caída del cabello. Es especialmente indicado para el pelo seco por su elevado contenido en grasas. No obstante, también sirve para pelos rizados, dañados y encrespados. Además, ayuda a nutrir los folículos pilosos, por lo que promueve el crecimiento capilar.
El “ACEITE DE ARGÁN” tiene propiedades nutricionales para el cabello de alto valor, es rico en vitamina E, vitamina C, ácido linoleico y ácidos grasos esenciales como omega 3, 6, y 9. Todas estas propiedades aportan óptima salud capilar.
La capacidad regenadora del aceite de Argán para el pelo está comprobada. Su alto contenido en vitamina C permite crear un tejido nuevo. Su absorción en el cuero cabelludo será inmediata y su impacto en los folículos pilosos directo.
(Fuente: https://pelomaniaco.com/aceite-de-argan-para-el-cabello/)
CREMA DE CONCHA NáCAR
ACEITE DE TEPEZCOHUITE (Mimosa tenuiflora)
ACEITE DE ROSA MOSQUETA (Rosa eglanteria L.)
ACEITE DE GERMEN DE TRIGO (Triticum aestivum L.)