La canicie, como se denomina a la aparición de canas, es por lo general una consecuencia directa del envejecimiento. Las canas son pelos que carecen de melanina, que es el pigmento que da color tanto al cabello, como la piel, el iris del ojo y el vello corporal.
De hecho, el color del pelo está determinado por la cantidad de melanina que se acumula en él: cuanta más melanina, más oscuro es.
No obstante, hay diferentes tipos de canicie: Canicie fisiológica: es la que se relaciona con el proceso de envejecimiento. Las canas aparecen primero en las sienes y luego se extienden al resto de la cabeza. Canicie prematura: suele aparecer antes de cumplir los 20 años e incluso en la infancia.
Otro tipo de canicie es la poliosis: se caracteriza por la aparición de canas en zonas muy localizadas formando una mancha blanca, ya sea en la cabeza, las cejas o las pestañas. Canicie anular: las canas aparecen de forma aislada y dispersa por toda la cabeza, aunque también pueden formarse mechones de pelo blanco.
Aunque lo normal es que la formación de canas sea una consecuencia del envejecimiento, existen diferentes factores que pueden anticipar su aparición: Factores genéticos (hereditarios).
En concreto, el mecanismo de pigmentación del pelo se empieza a deteriorar entre los 30 y 40 años reflejándose en la aparición de canas. Esto se trata de uno de los síntomas más comunes de envejecimiento y es consecuencia de un proceso biológico en el que participan genes, proteínas y enzimas. Por ello, el cabello sigue creciendo, pero sin pigmento, o sea, sin color.
Es frecuente en la poliosis, situaciones de estrés continuado, una alimentación deficitaria en determinados nutrientes ciertas enfermedades, como el hipotiroidismo, el vitíligo, el déficit de vitamina B12 (anemia perniciosa), etc. el tabaquismo y abuso del secador, planchas para el pelo, tintes y otros productos químicos que puedan dañar el pelo y el cuero cabelludo.
Además, someter a nuestro cuerpo a un estrés contínuo puede afectar al funcionamiento de nuestro metabolismo: Las tensiones, preocupaciones, problemas personales o laborales, así como el estrés emocional, o situaciones de profundo dolor y desgarro pueden generar cambios hormonales que afecten a la producción de melanina, favoreciendo la aparición de la canicie.
El principal beneficio de la "HENNA" es que es un producto de coloración natural, frente a los tintes convencionales que incluyen ingredientes químicos. La henna no decolora el cabello, al contrario que los tintes, por eso no lo estropea. Lo que hace es colorearlo, aportándole reflejos.
Otro de los beneficios de teñir con henna es que aporta grosor y fuerza al cabello. Si se tiene el pelo fino, después de un baño con henna, se notará más fuerte y con más cuerpo.
La henna aporta mucho brillo a la melena, además de nutrirlo, porque posee proteínas similares a la queratina (la proteína que genera el cabello). Además, la henna también sirve tanto para combatir la caspa, como para controlar el exceso de grasa en la raíz. Por último, cubre las canas.
(Fuente: https://www.biologicamente.es/cosmetica/beneficios-de-tenirte-el-pelo-con-henna/)
ACEITE DE CACAHUANANCHE (Licania arborea Seem.)
ACEITE DE VERBENA (Verbena officinalis L.)
ACEITE DE ROMERO (Rosmarinus officinalis L.)
ACEITE DE ROBLE (Quercus robur L.)
NANO FIBROINA PROTEíNA
NANO SERICINA PROTEíNA
GLICINA AMINOáCIDO
ALANINA AMINOáCIDO
PALMITATO DE SODIO
OLEATO DE SODIO
LAURATO DE SODIO
GLICERINA
AGUA
DODECIBENCENOSULFONATO DE SODIO
MEA COCAMIDA
COCOAMIDOPROPIBETAINA
DIóXIDO DE TITANIO
PENTAERITRITIL
TETRA-DI-T-BUTIL
HIDROXIHIDROCINAMATO
PENTETATO DE PENTASODIO
CREMA DE CONCHA NáCAR
ACEITE DE TEPEZCOHUITE (Mimosa tenuiflora)
ACEITE DE ROSA MOSQUETA (Rosa eglanteria L.)
ACEITE DE GERMEN DE TRIGO (Triticum aestivum L.)