Asociados al proceso del envejecimiento, del que hablamos hace unos días, se dan toda una serie de cambios naturales en nuestro organismo que afectan, entre otros, al sistema inmunitario o inmunológico del mismo, que es el mecanismo del que dispone nuestro cuerpo para cumplir sus funciones y defenderse de los virus, bacterias y muchos tipos de enfermedades.
Este proceso complejo en el que algunas funciones inmunitarias aumentan y otras se deterioran se conoce como la inmunosenescencia, algo complicado de entender.
Las causas del debilitamiento del sistema inmunológico pueden ser múltiples, el estrés, algún tipo de infección, una mala alimentación…, y pueden influir diversos factores, unos estrictamente ambientales, como el cambio de estación, el frío, la humedad o la excesiva exposición a los rayos del sol, otros debidos a problemas de tensión.
Otros factores son el uso incontrolado de antibióticos, al abuso del alcohol y muchos, muchísimos a una alimentación poco equilibrada, con demasiadas grasas saturadas, demasiados alimentos refinados y productos procesados y pobres en frutas y verduras.
Las señales de aviso que lanza nuestro sistema inmunológico para que sepamos que está débil, que nuestro cuerpo está luchando contra agentes externos y que no está dando la respuesta adecuada son las siguientes: -Sufrir infecciones frecuentes de orina, oído, riñón o de estómago.-Tener las encías siempre inflamadas. -Pasar episodios frecuentes de diarrea.-
Otras señales son: Inflamación de órganos internos muy importantes como el páncreas, el hígado, el bazo.- Tener constipados y gripe muy a menudo, además de contagiarse con facilidad, es un claro síntoma de que podemos tener un nivel bajo de glóbulos blancos.-Sufrir dolores de cabeza constantes y mareos.
Asimismo, tener dolor muscular y articular sin ninguna razón aparente, sentirse siempre cansados y agotados, no solo al hacer esfuerzos, sino a primera hora de la mañana cuando nos levantamos; además de tener heridas, rozaduras, moratones o hematomas que tardan en curarse, en lugar de desaparecer en poco tiempo.
Si además se infectan y duelen, es una señal que no debemos ignorar ya que nuestro cuerpo no está respondiendo bien.
El “CLORURO DE MAGNESIO” funciona como un suplemento alimenticio con grandes beneficios para la salud. Nos ayuda a mantener el cuerpo joven y vital, además de colaborar a combatir y prevenir muchas infecciones. Funciona como un excelente purificante de la sangre que ayuda a equilibrar su pH. Gracias a este beneficio, el cloruro de magnesio nos ayuda a prevenir muchas enfermedades. También fortalece el sistema inmunitario y ayuda a prevenir y combatir los resfriados, catarros e infecciones.
Asimismo, previene el envejecimiento prematuro, ya que aporta vitalidad al cuerpo y promueve la regeneración celular. Por otro lado, combate los radicales libres, lo que evita la formación de tumores y verrugas.
(Fuente: https://mejorconsalud.com/18-increibles-beneficios-del-cloruro-de-magnesio/)
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