La anorexia consiste en un trastorno de la conducta alimentaria (TAC) que supone una pérdida de peso provocada por el propio enfermo y lleva a un estado de inanición.
Se caracteriza por el temor a aumentar de peso, y por una percepción distorsionada y delirante del propio cuerpo que hace que el enfermo se vea gordo aun cuando su peso se encuentra por debajo de lo recomendado. Por ello inicia una disminución progresiva del peso mediante ayunos y la reducción de la ingesta de alimentos.
Normalmente comienza con la eliminación de los carbohidratos, ya que existe la falsa creencia de que engordan. A continuación rechaza las grasas, las proteínas e incluso los líquidos, llevando a casos de deshidratación extrema.
A estas medidas drásticas se le pueden sumar otras conductas asociadas como la utilización de diuréticos, laxantes, purgas, vómitos provocados o exceso de ejercicio físico. Las personas afectadas pueden perder desde un 15 a un 50 por ciento, en los casos más críticos, de su peso corporal.
Esta enfermedad suele asociarse con alteraciones psicológicas graves que provocan cambios de comportamiento, de la conducta emocional y una estigmatización del cuerpo. Todo esto tiene consecuencias graves en la relación del enfermo con su entorno.
Es importante distinguir la anorexia de otros trastornos alimentarios muy frecuentes aunque más leves. El 80 por ciento de los jóvenes pasan por etapas en las que empeora su relación con los alimentos y los evitan, lo que no indica en ningún momento que estén desarrollando la enfermedad.
La edad de inicio de la anorexia se sitúa en la primera adolescencia, en torno a los 12 años, si bien la población más afectada se encuentra entre los 14 y 18. Es más frecuente en las clases sociales media y media-alta.
En un 95 por ciento de los casos la anorexia afecta a mujeres jóvenes, aunque en los últimos años se ha producido un aumento en hombres, en mujeres adultas y en niños.
Los hombres tienen más posibilidades de ocultar el trastorno ya que no están sometidos a un juicio social tan fuerte. Esto favorece que el tratamiento sea más difícil, pues la enfermedad se diagnostica cuando ya se encuentra en un estado muy avanzado.
Hasta el momento no se ha determinado una causa biológica clara sobre el origen de la anorexia. Aunque hay muchos factores socioculturales que pueden desencadenarla, es probable que una parte de la población tenga una mayor predisposición física a sufrir este trastorno, independientemente de la presión que pueda ejercer el entorno. Por ello existen de factores generales que se asocian a un factor desencadenante o cierta vulnerabilidad biológica, que es lo que precipita el desarrollo de la enfermedad.
El principio activo más importante del "CARDO SANTO" (Cnicus benedictus, L) es la cnicina, un tipo de lactona sesquiterpénica con propiedades antiinflamatorias y citotóxicas. Tiene efectos aperitivos, antibióticos, febrífugos, colagogos, diuréticos, e hipoglucemiantes y eupépticos (que facilita los procesos digestivos). Su uso como infusión ha sido efectivo en tratamientos contra la anorexia.
(Fuente: http://www.plantasmedicinales10.com/articulo/cardo-santo.html)
GRASA MINERAL
ACEITE DE ALCANFOR
ACEITE DE SALOL
GOMA DE ESTORAQUE (Liquidambar styraciflua)
ACEITE DE YERBA DE LA ABEJA (Ophrys apifera Huds.)
ACEITE DE YERBA DE LA VíBORA (Echium vulgare L.)