Los cálculos biliares son recolecciones de colesterol, pigmento biliar o una combinación de ambos, que pueden formarse en la vesícula biliar o dentro de los conductos biliares del hígado. En Estados Unidos, el tipo más común de cálculos biliares es producto del colesterol.
Los cálculos de colesterol se forman debido a un desequilibrio en la producción de colesterol o en la secreción de bilis.
Los cálculos pigmentarios se componen fundamentalmente de bilirrubina, que es una sustancia química producida como resultado de la descomposición normal de los glóbulos rojos.
Los cálculos por bilirrubina son más comunes en Asia y áfrica, y se presentan en enfermedades que afectan a los glóbulos rojos, como la anemia falciforme.
Cuando los cálculos biliares se forman en el sistema biliar, pueden ocasionar obstrucción en los conductos biliares, los cuales normalmente drenan la bilis de la vesícula biliar e hígado.
Ocasionalmente, los cálculos biliares también pueden obstaculizar el flujo de las enzimas digestivas del páncreas, puesto que tanto los conductos biliares como los pancreáticos drenan a través de la misma abertura (llamada ampolla de Vater), la cual está sujeta por un pequeño músculo circular (llamado esfínter de Oddi).
El resultado de esto es la inflamación del páncreas, que se conoce como pancreatitis por cálculos biliares. El bloqueo de los conductos biliares podría ocasionar síntomas tales como dolor abdominal, náusea y vómito.
Si el conducto biliar permanece obstaculizado, la bilis no puede drenar adecuadamente, y puede desarrollarse ictericia (coloración amarilla en los ojos y piel) así como una infección conocida como colangitis.
Los cálculos biliares que causan la pancreatitis de cálculos biliares podrían pasar y salir del conducto sin intervención o podrían requerir una extirpación endoscópica o quirúrgica.
En los casos con infección del tejido pancreático, ocurre la enfermedad conocida como necrosis (tejido muerto) pancreática.
La "ENDIVIA" (Sonchus oleraceus, L. 1753) es una excelente fuente de ácido fólico, ideal para las embarazadas y anémicos. También contiene importantes cantidades de vitaminas B1, B2, B3 y B6.
Es bastante rica en potasio y contiene pequeñas, pero apreciables cantidades de calcio, fósforo, magnesio y hierro. En oligoelementos el zinc, cobre y manganeso están presentes en ellas.
Es importante señalar que la endivia contiene sustancias de acción colerética y colagoga que benefician al hígado aumentando la producción de bilis y facilitando el vaciamiento de la vesícula biliar.
Además, ejercen una acción aperitiva y tonificante sobre el estómago y las funciones digestivas.
(Fuente: https://www.rdnattural.es/plantas-y-nutrientes-para-el-organismo/alimentos-saludables/endivia/)
GRASA MINERAL
ACEITE ESENCIAL DE ENCINA DE MAR(Fucus serratus L.)
ACEITE DE ROMERO (Rosmarinus officinalis L.)
ACEITE DE GERMEN DE TRIGO (Triticum aestivum L.)
PULPA DE SáBILA (Aloe barbadensis Mill.(1768)
VITAMINA A (como beta caroteno,extracto oleoso de zanahoria)
LICOPENO (principal carotenoide encontrado en el tomate)
LUTEíNA (extracto de flor de caléndula)
PHYTOENE (flavonoide de la zanahoria)
PHYTOFLUENE (flavonoide de la zanahoria)
ZEAXANTHIN (extracto de flor de caléndula)
LECHE DE SOYA
GRASA MINERAL
ACEITE DE ALCANFOR
ACEITE DE SALOL
GOMA DE ESTORAQUE (Liquidambar styraciflua)
ACEITE DE YERBA DE LA ABEJA (Ophrys apifera Huds.)
ACEITE DE YERBA DE LA VíBORA (Echium vulgare L.)
ACEITES ESENCIALES DE:
SENECIO CARDIOPHYLLUS
CONTRAYERBA (Dorstenia contrajerva L.)
GUAMIS (Larrea cuneifolia Cav. 1800)
LAUREL DE LA INDIA (Ficus microcarpa L.)