La sarcopenia es la pérdida degenerativa de masa, potencia y rendimiento muscular causada por el envejecimiento. Conlleva a menudo una disminución de la fuerza o una bajada del nivel de actividades, así como problemas de movilidad, osteoporosis, caídas y fracturas.
En concreto, la pérdida de masa y de fuerza muscular se produce de manera gradual durante la edad adulta pronunciándose en la vejez. En las mujeres se produce de manera más abrupta al llegar la menopausia.
Es a partir de los 50 años cuando la masa muscular declina entre un 1 y un 2%, la fuerza muscular disminuye un 1,5% anualmente, y hasta un 3% a partir de los 60 años. Estos porcentajes son más altos en personas sedentarias y dos veces mayores en los hombres que en las mujeres. En este sentido, la sarcopenia puede aparecer o agravarse coincidiendo con una desnutrición proteico calórica, y por lo tanto asociada a la pérdida de peso. Sin embargo, también puede encontrase sarcopenia con un peso corporal normal o incluso alto.
La obesidad con sarcopenia acumula los problemas asociados de ambos y se ve favorecida por dietas inadecuadas y sedentarismo acusado.
Asimismo, comparte elementos comunes con la mayor parte de las atrofias musculares. De hecho, en las personas mayores la incidencia de patologías relacionadas con la pérdida de masa muscular aumenta (cáncer, diabetes), así como la malnutrición o la inactividad física.
El papel más importante de la "VITAMINA D" es el de estimular la absorción intestinal del calcio y el fósforo, esenciales para la formación normal de los huesos, pudiendo llevar su falta a la osteoporosis en adultos y al raquitismo en los niños.
La Vitamina D3 es necesaria para el crecimiento del hueso, su correcta mineralización y remodelado por acción de los osteoblastos y osteoclastos.
La Vitamina D3 juega un papel importante en mantener los niveles séricos de calcio. Esto se logra en trabajo conjunto con la hormona paratiroidea, para mantener niveles adecuados de calcio y fósforo.
Cuando los niveles de calcio disminuyen, la hormona paratiroidea estimula la activación de la Vitamina D3, la cual actúa incrementando la absorción de calcio a nivel intestinal, aumenta la reabsorción de calcio a nivel renal y la liberación de calcio del hueso.
Se puede obtener vitamina D de tres formas: a través de la piel, con la ingestión de ciertos alimentos y por medio de suplementos, cuya dosis también debe ser recomendada por un médico.
Una alimentación rica en calcio y en vitamina D es solo una parte del régimen para la prevención o el tratamiento de la osteoporosis. Al igual que el ejercicio físico, el consumo suficiente de calcio es una medida que ayuda a fortalecer los huesos a cualquier edad, al igual que la vitamina D.
(Fuente: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2011/07/05/nutricion/1309890311.html)
EXTRACTOS VEGETALES DE:
FRAMBRUESO-TALLO (Rubus idaeus L.)
ALCACHOFERA-FLOR (Cynara scolymus, L.)
CARDO-PLANTA (Cynara cardunculus, L.)
ESCORZONERA-RAíZ (Scorzonera hispanica, L.)
POLIPODIO-PLANTA (Polypodium vulgare, L. 1753)