La fragilidad es un estado de pre-discapacidad, de riesgo de desarrollar nueva discapacidad desde una situación de limitación funcional incipiente.
El concepto de fragilidad hace referencia a la capacidad funcional de la persona y no se centra en el diagnóstico de la enfermedad. La situación funcional previa al desarrollo de discapacidad y dependencia es uno de los mejores indicadores del estado de salud.
La Organización Mundial de la Salud define las caídas como acontecimientos involuntarios que hacen perder el equilibrio y dar con el cuerpo en tierra u otra superficie firme que lo detenga.
Las caídas son una causa importante de discapacidad en las personas mayores y, a su vez, una de las consecuencias adversas de la fragilidad.
Aproximadamente un 30% de las personas mayores de 65 años y un 50% de las mayores de 80 años que viven en la comunidad se caen al menos una vez al año.
Las caídas en personas mayores tienen graves consecuencias más de un 70% tienen consecuencias clínicas como fracturas, heridas, esguinces, etc. y más de la mitad presentan secuelas posteriormente, el 50% de las personas que sufren una fractura por una caída no recuperan el nivel funcional previo.
Con la vejez, aumenta la presión arterial, disminuye la cantidad de sangre que llega a algunos órganos, al tiempo que decrece la capacidad del cuerpo para metabolizar los compuestos farmacológicos y eliminar toxinas.
La frecuencia cardiaca se hace menor, y la tolerancia a la glucosa también disminuye, así como la capacidad pulmonar y la elasticidad. En definitiva, aumenta la vulnerabilidad.
La "LECITINA DE SOYA" (Glycine max L.) posee, además de grasas buenas para la salud constituyentes de membranas celulares, vitaminas del grupo B, vitamina E con función antioxidante, fósforo, colina e inositol, sustancias importantes para el organismo.
Es una sustancia orgánica que forma parte de casi todas las células animales y vegetales y en nuestro caso forma parte de casi todas las células de nuestro cuerpo, el cual lo sintetiza con materia prima que ingerimos en los alimentos.
El hígado, sintetiza la Lecitina y la libera hacia el intestino donde se absorbe y llega al torrente sanguíneo el cual lo distribuye a las células de todo el cuerpo. Pero, en ocasiones, la fuente endógena de lecitina no es suficiente por lo que se necesitan fuentes exógenas, por lo que en estos casos se recomienda el consumo de Lecitina de Soya.
Ello ayuda a prevenir y controlar enfermedades, para mantener saludable y vital el cuerpo, además es considerado, como antioxidante debido a las trazas que posee de tocoferoles que atrapan radicales libres.
(Fuente: https://cosblog.com/test/2012/02/10/lecitina-de-soya/)
ACEITES DE:
FENOGRECO (Trigonella foenum-graecum L.),
CAYENE (Capsicum frutescens L.)
TAMARINDO MALABAR (Garcinia-gummi-gutta (L.) N. Robson)
GUGULóN (Commiphora mukul)
ENCINA DE MAR (Fucus serratus L.)
TREBóL ROJO (Trifollium pratense L.)