Las enfermedades respiratorias crónicas (ERC) son enfermedades crónicas que comprometen al pulmón y/o a las vías respiratorias. Dentro de ellas se encuentra el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la rinitis alérgica, las enfermedades pulmonares de origen laboral y la hipertensión pulmonar.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, se estima que 235 millones padecen asma y 64 millones padecen EPOC.
La misma fuente indica que mueren anualmente en el mundo alrededor de 4 millones de personas a causa de las ERC, siendo la EPOC la principal responsable.
Los factores de riesgo más importantes de las ERC son los siguientes: fumar, contaminación del aire en espacios cerrados, por ejemplo la exposición pasiva al humo de tabaco, contaminación ambiental, exposición a alérgenos, inhalación de polvo y productos químicos en el medio laboral y antecedentes familiares de asma u otras alergias.
La tos persistente, la falta de aire (disnea) y las secreciones respiratorias son los síntomas más frecuentes, cuya intensidad varía de una persona a otra, de acuerdo a la enfermedad en cuestión, su grado se severidad y tiempo de evolución.
Estas patologías pueden afectar a personas de cualquier edad, algunas empezando en la infancia (como el asma o la fibrosis quística) y otras más habituales en la edad adulta, como el cáncer de pulmón o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. En algunas de ellas la causa es desconocida, como ocurre con la fibrosis pulmonar idiopática.
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica es una obstrucción de la entrada y la salida del aire de los pulmones.
Se trata de una enfermedad progresiva, que comienza con tos, fatiga y sensación de ahogo, y presenta agotamiento, falta de concentración e inflamación de los tobillos y las piernas cuando avanza.
Su principal factor de riesgo es el tabaco: el 80% de pacientes han sido fumadores. Su tratamiento es farmacológico (broncodilatadores) y psicológico (educación para la salud).
Son variadas las aplicaciones sobre la salud que presenta la "PULMONARIA-PLANTA" (Lobaria pulmonaria, L. (Hoffm.). Si bien en la antigüedad se creía que podía curar la tuberculosis, la planta presenta algunos beneficios en cuanto a la bronquitis y a la tos.
Contiene saponina, taninos, fitosterina, áciso salicílico, alcaloides pirrolisidiniocos, sales minerales y mucílago. También es fuente de vitaminas A y C.
Tiene propiedades expectorantes y emolientes, indicadas para tratar la tos, los catarros, el asma o cualquier infección del tracto respiratorio.
Calma la irritación de la garganta. Se utiliza también en casos de afonía, anginas, amigdalitis, llagas, aftas y gingivitis.
(Fuente: https://www.remediocaseronatural.com/beneficios-nutrientes-y-propiedades-de-la-pulmonaria/)